Estos días de Navidad como algunos saben ando por Mallorca con la familia, intento seguir saliendo con la bici si el tiempo (y el puto resfriado) lo permite. Ayer 26 era día festivo, el plan era salir como siempre hacer una ruta en bici, fuera con la gorda o con la flaca, el caso era hacer algunos km’s para hacer espacio para los turrones y comilonas navideñas. Pero tuve la agradable sorpresa en forma de llamada teléfonica por parte de un amigo, Pep Barceló, de esos que prefiere pasar cada día metido en la montaña pero practicando otro deporte, barranquismo, canyoing, torrentismo, descenso de barrancos o como diría un conocido comediante “bajar un río por donde no toca”…jajaja!!





Pep y varios otros fánaticos de los torrentes, Toni, Marcel y Jacob, suelen hacer una última salida del año, en plan amiguetes, tranquilos y sin presión. Pep es un tío bastante conocido en el mundillo, con su vasta experiencia en lo relativo a este deporte, ha redactado incluso un libro muy detallado “L’illa dels Torrents” con gran parte de los barrancos de Mallorca. Con su empresa 02Aventures (facebook) se gana la vida haciendo lo que le gusta, bajando torrentes. Pero entre cliente y cliente le gusta también hacer algún que otro barranco a su gusto, con tranquilidad y sin la presión que conlleva ir de guía con un grupo de clientes.
La propuesta inicial era hacer la joya de la corona de la isla, el barranco conocido como Sa Fosca pero con un bajón de temperaturas pronosticado el día antes preferimos cambiar y hacer otro no muy lejos y también bastante conocido, Almadrá. Este torrente ya lo conocía, lo había hecho un par de veces, muy divertido, con varios saltos grandes y un par de rapeles largos. Dicho y hecho, 8am en Lloseta, cafelito en el Bar Es Cocons, coche y luego pateo de hora y media para la aproximación al inicio del barranco.


El barranco llevaba poca agua, por lo que algunos de los saltos más grandes no los pudimos hacer, una lástima. Pero tampoco fue tan mal ya que el agua en la primera mitad del barranco estaba bastante fría y de haber tenido que pasar mucho tiempo nadando en las pozas, mi resfriado habría ido a más.



Al llevar poca agua, ser pocos y sin apuros, decidimos en lugar de salir por Sa Font des Pi como es habitual, seguir hasta abajo hasta el muro de contención de una pequeña represa que hay al final. Con esto alargamos una hora más el barranco, hicimos 2 rapeles más y un par de saltos interesantes. Una lástima que la cámara se nos quedara sin batería, casi al final hay una poza impresionante, con un agua verde turquesa que parece sacada de una postal y lo mejor es que tenía profundidad suficiente para saltar desde donde quisimos.
Un buen día con buenos amigos, retomando un poco este deporte del que también disfruto un montonazo.
¡Gracias Pep, Toni, Marcell y Jacob!
