Ya toca otra entrada de esta sección tras un parón bastante largo, descubriéndote diferentes destinos en España para disfrutar de los mejores senderos y lo mejor que tienen para ofrecer en estas regiones. Recuerda que tienes un indíce de entradas anterior aquí.

Tras dos semanas en la comarca de Las Hurdes dejo está región sin muchas ganas, con algo de congoja y hasta tristeza podría decir. Tierra de mitos y leyendas, tierra agreste y rodeada de misterios, con el Jáncanu, el Duendi Entiznáu, Las Jáncanas, La Encorujá e incluso alguno dice que ovnis también. Pero las verdaderas leyendas, que además conocí en carne y hueso son sus habitantes. En particular a la gran familia de Patricia, Paco y Mateu que me recibieron con los brazos abiertos y me mostraron una pequeña parte de lo que este diamante en bruto tiene para ofrecer a quién se anime a explorarlo.

El gran Paco, extremeño de pura cepa lleva años trabajando en la región con un proyecto de centro BTT basado en la alquería del Horcajo, en el corazón de uno de los 5 valles que conforman la región de Las Hurdes. Como muchas otras regiones de España, Las Hurdes tiene un patrimonio histórico en forma de caminos que comunica pueblos, alquerías, corrales, molinos y sitios de una manera u otra destacados. Con el proyecto englobador que ha planteado Paco se ha trabajado, y continua trabajando, en la recuperación y adecuación de muchos de esos caminos para el uso compartido, no solo para bicis.

Con 400km de caminos mapeados en Trailforks tienes para gozar varias semanas. De esos 400km unos 70 son senderos naturales para el uso y disfrute de todos, en su mayoría de categoría azul y roja. Si te gusta el “mountainbike de toda la vida”, el salir durante horas a explorar y descubrir parajes espectaculares y perderte sin ver a nadie todo el día, Las Hurdes es tú sitio. Deja en casa la filosofía de remontes y machacar 2 o 3 bajadas todo el día con subidas cortas… al menos de momento (hay planes futuros para tener también algo así). Aquí tienes que ganarte la bajada.

Pero que bajadas chaval, de las que te dejan con una sonrisa de oreja a oreja. No esperes peraltes perfectos ni dobles ni saltos perfectamente ejecutados, naturaleza en su estados más natural, eso es lo que encontrarás. Y por tanto, piedras, vegetación, curvas cerradas y técnicas, obstáculos imprevistos a modo de un jabalí o un árbol caído a última hora. Y por supuesto, parajes de ensueño, de los que te dejan boquiabierto y quieras ir sacando fotos constantemente o sentarte a comerte un bocata (porque llevarás bocata supongo no?) y disfrutar cada bocado.

No por gusto Las Hurdes fue catalogada y reconocida como la primera de las siete maravillas rurales de España hace ya más de 10 años. No dejes de visitar Robledillo de Gata y sus enrevesadas callejuelas y catar sus vinos locales, darte un baño en la piscina natural que cada pueblo suele tener en el río, porque cada pueblo y alquería siempre está junto a uno de los ríos o riachuelos que vertebran la región con sus profundos valles, el Chorro de los Ángeles con 240m de altura en saltos de agua escalonados, la alquería de Ovejuela y su famoso “Chorrituero”, un salto de agua espectacular y donde te podrás dar un baño, en invierno solo los más valientes se atreven.

El Valle del Esperabán fue el que mejor descubrí de la mano de Paco, recorriendo varios de sus caminos, desde alturas de casi 1300m bajando al fondo del valle a unos 700-500m, desniveles que se salvan con senderos como la Collada de La Nija que te deja junto a la alquería Erías tras unos 5km y 600m de desnivel. La Colla de Las Mudas que te baja a Aldehuela por la vertiente que viene desde Horcajo, con casi 2km y 165m de bajada. Y como no, el camino Real que conecta las alquerías del fondo del valle siguiendo el sinuoso río Esperabán hasta llegar al pueblo más importante de la región, Pinofranqueado.

Durante los días que estuve por aquí tuve también la oportunidad de hablar largo y tendido con Paco sobre el proyecto que tienen en desarrollo e incluso subirnos al monte y trabajar en uno de los caminos que te deja en Horcajo.

Tras 2 semanas de tranquilidad y casi de “recogimiento espiritual” toca hacer resumen y continuar viaje. Pero con la seguridad de que volveré nuevamente, quedan aún muchos senderos por recorrer, parajes por disfrutar y leyendas por descubrir.

Gracias Patricia, Paco y Mateu.