En la entrada anterior te comenté sobre el sistema ITRS, un estándar creado para intentar poner orden a los más de 20 sistemas que existen a nivel mundial para clasificar caminos. Este sistema además pretende con su aproximación mediante datos y medidas, eliminar la subjetividad que existe en general a la hora de clasificar caminos.

Desde que conocí la existencia de este sistema en la cumbre europea de IMBA en Valposchiavo, Suiza, en el 2023, de inmediato lo vi como algo muy prometedor y útil para todos. Tras esa primera vez he vuelto a ver el sistema en uso en algunos sitios y he participado en demostraciones de un par de horas de cómo llevar a cabo la clasificación.

Viendo la utilidad que aporta y firmemente seguro de que será una herramienta importante a futuro con el crecimiento de nuestro deporte, en cuanto tuve la oportunidad me inscribí en uno de los primeros cursos de certificación que han brindado. En este curso nos incribimos 8 personas, con participantes de varios países, Estados Unidos, Canadá, Suiza, España y República Checa.

Este curso de certificación es el 2do oficial que hacen, el anterior se hizo el 2024 en Octubre y este 2do en el pasado mes de Mayo, ambos en Visp, Suiza, con una duración de 4 días. En esta certificación también participó Marcos Prada, del Bierzo, León, amigo personal además desde hace más de diez años, que está detrás de varios proyectos muy importantes de construcción de senderos en León y fue además uno de los 2 españoles en cursar la certificación DIRTT en el año 2022.

La certificación se subdividió en 3 días lectivos, con teoría en la sesión de la mañana y práctica en los caminos durante la tarde. En las sesiones de la mañana tuvimos mucha documentación y teoría para aprender y comentar al respecto, intercambiando experiencias y todo tipo de anécdotas. Durante la tarde tocaba aplicar en el terreno lo aprendido durante la mañana.

Verás en casi cada foto que tenemos el móvil en la mano, además de un metro y un nivel en algunos casos. Son las herramientas necesarias para tomar todas las medidas y estas se vuelcan en una aplicación, de momento solo para iPhone, que se encarga luego de procesarlas todas y calcular basadonse en esos números la clasificación de la sección que estas evaluando. El camino se compone por un número indeterminado de secciones que evalúas y la aplicación reuné todas con sus medidas y valores y finalmente da una clasificación final teniendo en cuenta los 4 factores: dificultad técnicas, endurance, wilderness y exposición.

Aquí tienes varias capturas del móvil mostrando detalles de las diferentes pantallas en las que introduces datos y como este las va mostrando. Es una tarea bastante laboriosa, hacer la clasificación completa de la ruta que nos pusieron de examen de unos 12km nos tomó alrededor de unas 5-6h, alguno llegó a casi 7h.

Por supuesto que no todo fue solo horas lectivas y trabajo de campo, cada día nos reunimos para cenar, intercambiar opiniones y experiencias del día o simplemente arreglar el mundo vino y queso mediante.

Tras 3 días de curso el cuarto y último día fue el examen de certificación. Este consistió en recorrer una ruta de aproximadamente unos 12km que nos fue asignada el día antes por parejas, pero que cada uno evaluó de manera independiente. La ruta estaba subdividida en varios enlaces y senderos y debíamos aplicar los conocimientos adquiridos durante los días anteriores y aplicarlos para obtener una clasificación del recorrido. Cada uno de estos recorridos ya han sido evaluados por los certificadores expertos oficiales, de momento solo 2 existen, los creadores del sistema, y tras acabar ellos se encargan de verificar nuestros resultados comparandolos con los suyos obtenidos previamente.

Tras el examen como varios teníamos que coger tren y vuelos para nuestros diferentes destinos se nos entregó una evaluación inicial, para al menos saber si estabamos aprobados o no. Previamente, durante la inscripción en el curso de certificación, se nos advirtió que hicieramos las reservas con un día extra más por si alguien tuviera que repetir el examen. En el caso de nuestro grupo solo una persona tuvo que repetir una sección de su recorrido, lo cual le tomó un par de horas extras solamente y pudo completar el examen el mismo día a la tarde.

El últimos día lo tuvimos libre y nos dimos un buen tute en los senderos de los alrededores, utilizamos para ello además un pequeño telecabina de la región que nos ayudó a ganar aún más desnivel y disfrutar como niños de los senderos de la zona, todos senderos típicos alpinos con bastante exposición, divertidos, técnicos y con un poco de todo.

Y finalmente cada uno de los participantes tuvo una sesión de revisión de los resultados de 2h con uno de los certificadores expertos para comparar al detalle cada sección, medidas y resultados obtenidos por ellos. Una sesión muy útil para saber donde tuviste algún despiste, no viendo un sitio expuesto o no obteniendo valores correctos del radio de una curva o el desnivel de una sección. Para mi satisfacción, pase el curso con A+ y un resultado más que satisfactorio. ¡Ahora toca aplicar este sistema a nivel mundial!