Con cuatro amigos un día decides que te vas a Nueva Zelanda a participar en algunas carreras. Llegas allí y las ganas de carrera se te han quitado pero aún así tienes por delante un par de semanas para disfrutar ¿qué haces entonces? Quizás te de por hacer turismo, o ya que tienes la bici contratar una empresa que te enseñe algunos senderos. O puedes comprar una furgoneta con unos cuantos kilómetros en sus espaldas y confiar en riders locales para que te enseñen los mejores senderos de la zona.