Somos Ciclistas, no delincuentes
A ver si adivinas que tienen en común estas noticias, diez ejemplos de cientos o de miles que hay:
- La construcción de un hotel en la playa de los Genoveses pone en peligro el Parque Natural del Cabo de Gata
- Denuncian la existencia de una cantera en un paraje de Villanueva del Rosario
- El hotel Papagayo Arena, un símbolo de la corrupción en Lanzarote que sobrevive en primera línea de playa
- Clúster Maestrazgo: ni beneficio social ni medioambiental
- Este valle no se toca. La Canal Roya, un gran valle glaciar del Pirineo aragonés, se ha salvado gracias a la presión popular. De momento.
- La Fiscalía de Medio Ambiente denuncia a Begur por indicios de delito en la contrucción de una urbanización
- El Govern pisoteó tres planes anteriores para blindar la joya de la Costa Brava
- Extremadura eliminará más de 3.000 hectáreas de suelo protegido para favorecer proyectos urbanísticos
- La Confederación del Guadalquivir rechaza el ‘megaresort’ con campo de golf cerca de Doñana
- La Xunta oculta desde enero la solicitud de un nuevo megaproyecto minero en Touro
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Imagino que has adivinado, no es muy complicado por supuesto. Proyectos de infraestructuras, algunos fallidos otros no, otros paralizados, otros que se han logrado parar por acción comunitaria, etc, etc, etc. Todos tienen en común que son proyectos que se proponen en sitios con alto valor ecológico donde la destrucción será brutal e irrecuperable. Sean pistas de 10metros de ancho para poner aerogeneradores, cargarse zonas como Canal Roya para estirar el agotado negocio de la nieve en Pirineos, una cantera ilegal en una zona ZEPA, etc, etc. Y todos por supuesto tienen en común el baile de millones de euros.
Y por otra parte:
- Despliegue de drones para ‘dar caza’ a los ciclistas en la montaña
- Me ponen una multa de 600 euros por ir en bici por un camino y un cazador pide permiso y va con su Land Rover
- En la carretera somos un incordio para los coches, en el MTB para los senderistas y asi estamos siempre…nos quieren en casa con la tablet y el furbol
- La policía local de Sant Cugat intensifica la persecución a los bikers en Collserola, incluyendo multas
Y un sinfín más de noticias similares en las que los ciclistas de montaña somos multados, acosados, considerados delincuentes y destructores del monte y en las que nos echan fuera de los senderos en los que únicamente estamos disfrutando de la naturaleza y nuestro deporte.
¿Y porqué carajo me cuentas todo esto? Bueno, seguro te habrás enterado lo sucedido con Edgar Carballo, Alex Marin y Adrián Palau hace un par de semanas (pueds leer el artículo en SoloBici aquí) que tiene como consecuencia que deberán pagar 3300€ cada uno por montar en bici en algunos senderos de Tenerife que están protegidos. Básicamente les demandan porque en un video subido en Youtube se les ve rodando por varios senderos y por lo visto se ha logrado detectar cúales son y están dentro de un área protegida. En un instante del video uno de los ciclistas pasa por al lado de un senderista haciendo un “manual” y en algún que otro sitio derrapes y tal.
El video y toda la situación ha tenido una repercusión importante en los medios y en muchos grupos de Whatsapp, Telegram, foros y demás se comentó la situación entre otros ciclistas que también practicamos enduro, DH, o simplemente salimos al monte con nuestra bici. Cometarios de todo tipo, pero hubo varios que me llamaron la atención (repetidas veces) del tipo:
- “Yo también voy por sitios prohibidos y nunca me han pillado, claro que nunca lo he puesto en ninguna red social“
- “Por situaciones como esta estamos como estamos y hay más gente en el monte y pronto nos prohibirán todo, antes estábamos mejor con pocas personas en el monte”
- “Por eso no comparto nada, menos gente en el monte, menos oportunidad de que nos vigilen y así puedo rodar donde quiera, incluyendo sitios prohibidos“
Este tipo de comentarios no me agradan, no estoy de acuerdo para nada con ellos y pienso que nos hacen más daño como colectivo incluso que cuando pillan a alguien rodando en una zona protegida. La mayoría estamos al tanto de muchas prohibiciones tomadas sin ton ni son, sin legislar, sin tener en cuenta a los diferentes colectivos, sin tener en cuenta estudios más que reconocidos sobre la erosión de la bicicleta que demuestran que es comparable con el de los senderistas, ni tampoco tienen en cuenta otros estudios en los que se compara como afecta a la fauna el paso de una bici o de un grupo de senderistas por una zona determinada. Collserola es uno de los ejemplos que tenemos de tosudez burocrática y no saber hacer. Luego encima estas zonas arden y se demuestra mil y una veces que los senderos que usamos (Y MANTENEMOS VOLUNTARIAMENTE!) sirven de cortafuegos.
Y así muchísimos más ejemplos en los que lo único que quieren es echarnos fuera del monte porque según ellos molestamos, erosionamos y en pocas palabras: somos delincuentes.
Si además de esa nula visión política, de tener a los ecologistas de sofá, senderistas, cazadores y otros colectivos en nuestra contra, si encima nosotros mismos nos calificamos de delincuentes y hacemos comentarios como esos, pues hombre, claro que sí, poco futuro tendremos con nuestras bicis en la naturaleza.
OJO ACLARACIÓN: No digo que salgamos ahora todos a rodar en absolutamente todos los parques naturales, zonas protegidas y demás zonas de alto valor ecológico, derrapando y haciendo barbaridades. No estoy diciendo esto. Continua leyendo.
De lo que se trata es precisamente darle visibilidad a esta problemática, al de las prohibiciones porque sí, las prohibiciones porque no hay ánimo en lo absoluto de legislar, porque legislar cuesta, hay que currar y ya sabemos que muchos políticos eso no les interesa. A la problemática de que no nos dejen rodar por senderos de menos de 2m de ancho, cuando sabemos que “sin senderos no es mountainbike“.
Pero mientras hacen todo eso, llevan a cabo proyectos como los enumerados inicialmente, donde se cargan cientos o miles de hectáreas de naturaleza, muchas veces protegidas, porque claro, hay millones de euro en juego, subvenciones, sobres para ti, para mi y para el de más allá, recalificamos esto y todos contentos (que es igual a pasta para sus amiguetes). O que mientras no podemos pasar con nuestra bici los 4×4 campan a sus anchas, siembran eucaliptos que luego causan los espantosos incendios que ya conocemos, meten maquinaria para talar bosques enteros y se cargan lo que sea entre medias, recalifican terrenos para poner un golf que consumirá toda el agua de la zona y así multitud de despropósitos. Pero claro, la culpa es nuestra que queremos cargarnos el monte con nuestras bicis.
Y luego los colectivos que sin saber nada en lo absoluto nos ven como delincuentes destructores de los caminos, cuando ninguno o casi ninguno de esos colectivos hacen el trabajo de mantenimiento y recuperación de caminos que hacemos nosotros en la montaña. ¿Cúantas veces un senderista sale a caminar con una sierra plegable por si se encuentra un árbol caído o una rama gorda sobresaliendo? Los hay, pero pocos. ¿Cúantos ejemplos tenemos de colectivos de voluntarios que dedican, a veces más tiempo que a rodar, a recuperar y cuidar caminos para que los disfruten todos, no solo las bicis?
Por eso digo lo del “enemigo en casa”. Si seguimos auto excluyéndonos, si seguimos escodiéndonos para practicar nuestro deporte como hace 20 años, si continuamos con esa manera de hacer las cosas, solo estamos dándole a los demás más oportunidades para echarnos fuera y tildarnos de delincuentes, cuando todos sabemos que no lo somos.

[…] el artículo anterior que publiqué hace par de días comentaba la situación en la que se han visto Edgar Carballo, Alex […]
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