Brutal diferencia entre esas primeras carreras de descenso de los 90, con rígidas, sin suspensión trasera y la delantera casi inexistente. Las bajadas, como la mítica Mamut, era pistas forestales que hoy solo usamos de enlace para el siguientre sendero e intentamos evitar a toda costa. Y de los estilos de conducción y materiles ya ni hablamos, la diferencia es abismal.