A veces dices “¿Y porqué no subimos allí arriba?”, “Estás loco!?” diría un amigo, menuda pateada hasta allí, para qué? Pues eso, porque podemos y porque lo disfrutamos.

A veces dices “¿Y porqué no subimos allí arriba?”, “Estás loco!?” diría un amigo, menuda pateada hasta allí, para qué? Pues eso, porque podemos y porque lo disfrutamos.